¿Cómo se realiza la terapia perinatal?

Para entender en qué consiste la terapia perinatal y qué aspectos se tienen en cuenta, es importante hablar de las distintas capas que o forman:

Microsistema

Representa a la persona en desarrollo. En el caso de la psicología perinatal pasa a ser la díada madre- bebé, donde ambos experimentan de manera bidireccional el proceso de desarrollo. Es interesante destacar que esta experiencia se alarga hasta una etapa abierta que finalizará cuando el bebé sea emocionalmente más independiente de su madre, apareciendo nuevas formas de relación entre la díada madre-bebé. El fin de la lactancia puede ser un comienzo de esta autonomía.

También se tienen en cuenta la vida intrauterina y la genética. Esto hace pensar sobre la importancia de los cuidados de la madre, tanto en el embarazo, parto y posparto, para que se establezca una relación sana y saludable entre ambos.

Mesosistema

Representado por las relaciones de la díada madre-bebé. Abarca todas aquellas relaciones que intervienen de una manera directa, como las familias de origen, la pareja, y el entorno sanitario y laboral de la madre. Cada una de las relaciones son importantes para el desarrollo de la díada. Es por eso, que entenderlas ayudará durante todo el proceso de acompañamiento. El papel de la pareja es importante, por lo que su cuidado forma parte de este proceso, haciéndose inevitable la comprensión del vínculo paterno. La ciencia, ha demostrado la importancia del rol paterno para el neurodesarrollo del bebé, así que se hace necesario profundizar en la relación de pareja.

Exosistema

Aquí se encuentran las dinámicas y acciones que no actúan de manera activa con la díada, pero que afectan indirectamente. Un ejemplo claro son los protocolos médicos, donde las prácticas son genéricas sin tener en cuenta la individualidad de la díada.

Macrosistema

Comprende la cultura y la sociedad, ambas impregnadas de muy diversas creencias y valores. En el mundo occidental, el parto y la crianza están concebidos desde el modelo médico, dejando de lado lo psicoemocional, atendiendo solo a la supervivencia del bebé.

La díada madre-bebé, será el centro de la mirada perinatal. Se preservará la individualidad de cada uno desde el respeto y la observación. Cada bebé siente, se comunica y se expresa, y a su vez tiene la necesidad de que lo miren, lo amen y lo escuchen. Todo lo que el bebé experimente va a repercutir en su desarrollo y le marcará de por vida. La mirada que se propone nace desde el asombro y la fascinación que supone observar y hacerse preguntas acerca de como estará viviendo esto o aquello, cuales son sus necesidades o como percibirá mi bebé lo que estoy sintiendo.

En cuanto a la madre, se profundizará en su psicobiografía, para poder entender sus necesidades, prioridades, miedos y valores. Todo esto, sin olvidar la figura paterna/pareja, la cual supone un sostén emocional fundamental. Se le ayudará a comprender el rol de cuidador tan necesario para la díada, y se le orientará para que comprenda todo lo que está sucediendo a su alrededor.

Se busca que la maternidad no traiga consigo aislamiento y malestar, sino que sea una opción de vida sanadora y reparadora. Fomentando “relaciones basadas en el amor, los cuidados y la cooperación”