CUANDO LOS PADRES DECIDEN SEPARARSE
La separación de unos padres, supone un cambio importante para todos los miembros de la familia y especialmente para los hijos, que en la mayoría de las ocasiones les llega de forma inesperada. Porque, aunque muchos sean conscientes de la mala relación existente entre sus padres y sepan que la separación es lo mejor para todos, el deseo de todo hijo es que sus padres se quieran y estén siempre juntos.
Cuando los padres toman la decisión y plantean hablar con sus hijos, se recomienda que lo hagan de una forma cuidadosa, utilizando un tono cercano y cariñoso a la hora de transmitir la decisión, creando un lugar adecuado para hablar con ellos, favoreciendo así un clima de confianza para que puedan expresar sus miedos e inquietudes.
Es importante explicarles de forma sencilla y clara el porqué de la decisión, a su vez, hay que mantenerles al margen de los problemas internos de la pareja. Evitando de esa forma que los hijos se posicionen con alguno de los progenitores.
A muchos padres les angustia el momento de hablar con los hijos, pues temen que al darles la noticia puedan expresar sus sentimientos llorando. No importa si los padres lloran o se muestran tristes, lo importante es no descontrolarse para no asustar a los hijos y que estos a su vez no repriman sus emociones por querer proteger a los padres.
La separación en sí, no tiene por qué provocar problemas psicológicos, pero se deberá cuidar y acompañar el proceso que necesite cada uno. Estamos ante un acontecimiento complicado y triste y por ello se debe poner especial atención en el comportamiento de los hijos. Estar receptivos y disponibles para ellos, es la manera que tienen los padres para ayudarles a superar y asimilar los nuevos cambios.
Las posibles reacciones de los hijos pueden ser muy diversas y variarán dependiendo de la edad y del proceso evolutivo en el que se encuentren. Cuanto más pequeño es el niño más difícil de entender lo que significa separase de sus padres. Explicarles con antelación cual será la nueva situación respecto a la custodia o régimen de visitas, ayudará a los hijos a estar más tranquilos y seguros.
Cuando los niños son pequeños, recomendamos leer algún cuento específico del tema que les ayude a identificarse con los personajes y puedan entenderlo mejor. Así como, marcarles en un calendario los días establecidos con cada progenitor que ayude a tener un mundo más previsible y seguro.
También es aconsejable darles un objeto, puede ser una pulsera, un muñequito o algo específico de cada padre/madre que represente a cada uno de ellos, con el objetivo de darle seguridad cuando estén en casa del otro progenitor.
Los padres deberán establecer normas y rutinas similares con ellos, que les ayude a tener una vida más ordenada y a su vez puedan crecer con una mayor confianza y seguridad.
Es importante tener presente que para esos niños sus padres son sus padres y tenemos que respetar a la expareja, evitando cualquier comentario negativo sobre él o ella. La relación de pareja es independiente a la relación como padres y habrá que evitar que los conflictos de pareja sean sacados a la luz y mucho menos que los niños se vean implicados en ellos.
Tras la separación se produce una alteración del bienestar de los niños, pues hay un cambio del sistema familiar, y a los hijos les pueden aparecer alteraciones en el sueño, problemas en la alimentación, conductas agresivas e impulsivas, además de tener dificultades a nivel académico… Estos son algunos ejemplos de las posibles reacciones que pueden aparecer tras la separación de unos padres. Pero no tiene por qué suceder ninguna de ellas si tienen el acompañamiento y el espacio necesario.
Por todo esto, es muy importante no dar por hecho que los hijos van estar bien tras una decisión así. No olvidemos que la decisión de separase la toman los padres y aunque para ellos haber llegado hasta aquí ha podido ser un camino difícil, una vez toman la decisión, suelen sentirse más aliviados y mejor, que es completamente diferente al momento en el que se encuentran sus hijos, pues todavía no han tenido tiempo para elaborar la pérdida y el cambio.
Toda separación conlleva un proceso de duelo y como en todo duelo pueden aparecer algunas de las etapas: negación, tristeza, enfado, resignación y aceptación. Ayudarles a saber identificar como se sienten, les facilitará saber comprender que les pasa y a superar sus sentimientos difíciles con mayor facilidad.
Es importante mirar a los hijos con independencia del adulto y ver las necesidades que están pudiendo tener en un proceso de cambio tan grande. Sin embargo, para ellos, a medio plazo es mucho más beneficioso que el ambiente familiar sea un entorno de tranquilidad y seguridad, por lo que el cambio siempre será bueno si creéis que necesitáis un mejor ambiente en casa. No dejéis de hacerlo por miedo, de lo que se trata es de tener los recursos adecuados para ese cambio.
SI BUSCAS RESULTADOS DISTINTOS NO SIGAS HACIENDO LO MISMO, Einstein.
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